Dilema del inmigrante
- Idania Loyo Seco
- 2 ago 2019
- 2 Min. de lectura

¿Qué nos pasa a los inmigrantes?
Nos podemos sentir abrumados, cansados, agobiados, con ganas de dejarlo tooodooo y regresar a nuestro país, con nuestra gente, y muchas cosas más que extrañamos. Pero no debemos declinar, pues se supone que nos fuimos para poder cumplir nuestros sueños, porque era necesario hacerlo, por tantas razones... razones que aun nos hacen quedarnos en el país que estamos.
Tenemos nuevas oportunidades en el país que vivimos y no podemos sentir que no vale la pena, sabemos que no es fácil y aunque sentimos que no vamos a surgir, debemos respirar y no encalamucarnos.
Tal vez imaginamos que no vamos a surgir, que no seremos nuestros propios jefes, que no tendremos nuestras comodidades, pero son sentimientos y emociones normales, siempre lo vamos a sentir. Créeme es deprimente que te pregunten en una entrevista de trabajo ¿cómo te ves en 5 años? y honestamente me incomoda esa pregunta, ya que no me veo en esa empresa y lo único que quiero es que en ese tiempo se vaya en régimen que esta consumiendo a Venezuela.
En otras palabras, para no deprimirme tanto y en muchas conversaciones con mis amigos y hermanos fuera de Venezuela, sobre ya no ser proletariados y tener éxito fuera de frontera, he visualizado mi tiempo en Perú y compartiré la manera de proyectarme en mucho tiempo aprovechando el lugar en donde estoy.
Ahora imaginen -Un emprendimiento en el transcurso de 3 a 5 años se desarrolla con conocimiento, sacrificio, sentimientos y emociones de no saber qué hacer y dinero (en ocasiones poco o mucho), se pasan momentos malos y buenos, se involucran personas con buenas y malas intensiones. Y metafóricamente, tiene mucho que ver con nuestra situación fuera de nuestro país, y es que nos apresuramos al pensar que en un año seremos exitosos (en algunos casos ha funcionado), que al ayudar a nuestros familiares no nos quedará dinero, que nos queremos ir a otro país porque no alcanza el dinero, entre otras ideas más.
Creo que en ocasiones nos inquieta no tener éxito, o regresar a nuestro país de origen con las manos vacías. En ocasiones queremos regresar sin importar más. Pero deberíamos repetir la metáfora sugerida y centrarnos en ahorrar y luego invertir en algo que sepamos hacer o nos guste.
Ojalá te sirva de algo y compartas conmigo ¿Qué haces para seguir en ese país y cómo haces para no regresar en el intento?
Idania Loyo
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